Y es que cuando la mala suerte decide confabularse para que los planes salgan mal no hay mas remedio que resignarse, llevarse el disgusto y a lo sumo mosquearse... vamos que no hay solución.
Y eso es lo que me ha pasado a mi hace unas semanas... en la última entrada os conté que había estado malita con gastroenteritis ¿verdad? pues si de por si estar fastidiada no es suficiente molestia cuando me recuperé me llevé el disgusto del siglo... os cuento...
Hace unos meses, en julio, descubrí que Les Luthier volvían a Madrid con un nuevo espectáculo, Lutherapia... a parte de que me encantan siempre me traen muy buenos recuerdos.
De pequeña mi madre compró unos DVD de ellos y los veíamos juntas mientras nos partíamos de risa porque nos gustaban mucho a las 2... así que hace unos años cuando me enteré de que venían a Madrid compré entradas para mi madre, Carlos y para mi y se las regalé por navidad.
Nos fuimos a verles los 3, nos lo pasamos pipa, nos reímos un montón y nos encantó... así que en julio cuando vi el cartel en el metro de que venian de nuevo con otro espectáculo en septiembre-octubre no lo pensé dos veces y compré 3 entradas para verles el 10 de octubre.
pasó julio... llegó agosto y por fin pude recoger las entradas físicas. Las metí en un sobre y se las di a mi madre para que las guardara en el despacho. Me puse un aviso en el correo del trabajo para que me saltase y así no olvidarme del día ya que todavía quedaban mas de 2 meses para el espectáculo. Por si no lo sabéis suele ser hiper complicado conseguir entradas para Les Luthier, de ahí que las comprara con tanta antelación... además de que sinceramente, costaban un pastón.
¿Vais atando cabos? pues eso... pasa el verano, las vacaciones, empiezan las clases... y yo todos los días veo en el metro un cartel gigante del espectáculo y todos los días me repito mentalmente... ya no queda nada...
El caso es que hace un par de semanas me pongo mala, malísima. El martes y el miércoles no puedo ir a trabajar y me quedo metida en casa agonizando (me encanta el toque dramático... jajaja) eso significa que no cojo el metro... que no enciendo el ordenador del trabajo... que no abro el correo...
El jueves, aun con molestias pero ya mucho mejor me voy a trabajar... me levanto a las 6, me visto, me tomo una manzanillita (no me atrevo aun a meterme un cafe) y salgo tranquilamente para ir al trabajo. Me subo al metro... pasan las estaciones... y en eso veo un cartel de un circo de los horrores que van a hacer en la casa de campo.
El cartel me llama la atención hasta que leo "compra tus entradas en entradas.com" ... como un resorte salto en el asiento del metro ¿entradas.com? ... LES LUTHIER! ¿que día es hoy?... saco el móvil horrorizada... 11/10/2012... ¡mierda! (el viajero de metro de enfrente me mira asustado... una chica gritando mierda a las 6:45 de la mañana no es muy normal) pero si, las entradas eran para ayer...
llego a la oficina... no puede ser... abro el ordenador con la falsa esperanza (que sabia yo que no...) de que las entradas fueran para otro día... inicio el correo y ahí está... un aviso monisimo "LUTHERAPIA" ... un día vencido.
Pero vamos a ver... quien me iba a decir a mi en julio que el 10 de octubre me iba a poner mala. Que no iba a ver el cartelón del metro. Que no iba a abrir el correo. Que Carlos y mi madre ni iban a caer ni de coña por que no se lo había recordado... que iba a tirar 3 entradas a la basura, así sin mas...
Me meto en entradas.com a ver lo que ya sabia "no admite cambios ni devoluciones" ya, ya me imaginaba yo...
Así que nada... me he quedado con las ganas de ver el espectáculo... de llevar a mi madre y Carlos y de echarnos unas risas... el espectáculo terminaba el 21 así que a día 10 ya no quedaban entradas y las poquísimas que quedaban no me las podía permitir... así que solo espero que vuelvan pronto... y la próxima vez ME TATUO LA FECHA EN LA FRENTE.
(Aunque lo escribo ahora, semanas después y con un poco de humor... cada vez que lo pienso me duele en el alma... aiiiiisssss que disgusto... y que confabulación del destino con la mala suerte para dar por saco).
Cuando una persona desea realmente algo, el Universo entero conspira para que pueda realizar su sueño. Paulo Coelho "EL ALQUIMISTA"
DEJADME MUUCHOS COMENTARIOS!!
VUESTROS COMENTARIOS SON LA ALEGRÍA DE MI BLOG!!!
(muchas imagenes de las que utilizo las saco de Google, si no puedo usar alguna avísame y la quitaré enseguida)
(muchas imagenes de las que utilizo las saco de Google, si no puedo usar alguna avísame y la quitaré enseguida)
jueves, 25 de octubre de 2012
martes, 16 de octubre de 2012
ALGUIEN QUE TE CUIDE...
Dentro de unos días hará 4 años que me independicé, que cogí
unas cajas, las llene de mis cosas, mis miedos, mis ganas de equivocarme y
aprender y me marché del hogar de mis padres a un estudio pequeñito de 24m2. Sin
compañeros, solo yo conmigo misma y un montón de ilusiones.
Desde entonces he ido casi a casa por año, a día de hoy he
pasado por 4 casas diferentes, unas mejores, otras peores… todas cutres y
canijas, (hay que reconocerlo) pero tampoco necesitaba más. La ultima casa (la
actual) la de verdad ya no es pequeña ni cutre y me encanta, pero en su momento
fui muy feliz en mis pequeños zulos.
Nunca me he arrepentido de mi decisión. Nunca he querido
echarme atrás y volver a casa de mis padres. Ni siquiera en los inviernos sin
calefacción (que frio he llegado a pasar joder…), ni en los finales de mes a
base de pasta con tomate y nada. Ni en los agobios con el curro, los exámenes y
un alquiler que pagar y una casa que llevar. De estos 4 años, 2 años y medio
los he pasado completamente sola. Pero nunca me he sentido sola, ni he echado
de menos volver a casa. Como ya he dicho, nunca me he arrepentido de mi decisión,
vivir sola me ha hecho crecer, madurar y ser mejor persona.
Esos años de vivir sola los recuerdo con mucho cariño. Ir a
mi propio ritmo, no tener que amoldar mi vida a nadie, no seguir mas normas que
las mías propias, no contar con nadie para nada… mi ex me dijo mas de una vez
que volviera con mis padres hasta que él se pudiese venir a vivir conmigo… JA,
JA… Y JA. No lo hice (y menos mal) pero es que ni siquiera se me ha pasado por
la cabeza en todos estos años. Ni una vez.
Esto no significa que siempre lo haya pasado bien… ha habido
momentos (muy concretos) en los que si me he sentido sola. No es que haya
querido volver ni nada por el estilo, pero he añorado vivir con alguien, ya sabéis
“tener a alguien que te cuide”. Esos momentos son, obviamente, cuando realmente
sientes la necesidad de que te cuiden, vamos, cuando me he puesto mala.
Pero no mala de la garganta o de griposidad y esas cosas
sino mala de no poder salir de la cama, de estar vomitando y no tener nada en
el cuerpo… y para colmo no tener nada “de dieta blandita” en la nevera. Cuando te
da una gastroenteritis de morirte y no tienes ni aquarius, ni pavo, ni arroz…
ni nada de nada y te tienes que arrastrar con un mareo galopante al chino a por
algo que meter en el cuerpo, rezando por no vomitarle en el mostrador.
En esos momentos echas de menos realmente vivir con alguien
que se ocupe de ti, que se preocupe y te cuide.
¿y porque me acuerdo ahora de esto? fácil… la semana pasada
me dio una de esas, me puse fatal y me quería morir. Yo tengo un problema y es
que soy hipotensa por lo que si encima suprimimos todo alimento del cuerpo me
dan unos bajones de tensión tremendos y no puedo ni salir de la cama… y así estuve
la semana pasada, un día y medio entero sin salir de la cama.
Pero ahora tengo un ángel en casa. Ya no vivo sola, ahora ya
tengo alguien que me cuide. El martes me levanté con un dolor tremendo de tripa
pero me fui a currar. Cuando llegue a currar me puse malísima y tuve que llamar
a mi jefe para decirle que me iba, cogerme un taxi y volver a casa. Cuando llegue
a casa estaba fatal, Nacho se despertó y se asustó un montón, viéndome sentada
en la silla de la cocina, a una hora a la que debería estar currando y con la
cara llena de lagrimas de lo mala que estaba. Me metió en la cama, me arropó…
compró todas esas cositas necesarias (aquarius y primperan básicamente) y me estuvo
cuidando. Se pasaba a verme, a ver como estaba, se preocupaba, me obligaba a beber
un poquito, me despertaba para tomarme la medicina a las horas que tenía que
hacerlo, me preguntaba que necesitaba, me obligó por la noche a comer un pelín
de pavo y un yogurt, me preparó todo, una manzanilla… me hizo arroz al día
siguiente para cenar, me besó en la frente, me miraba preocupado, me sonreía,
me acariciaba el pelo, estuvo ahí conmigo, cuidándome y haciendo todo lo
posible para que no tuviese que salir de la cama más que cuando necesitaba ir
al baño.
Todo esto puede parecer una tontería (es lo normal si vivís
juntos ¿no?) Puede ser… pero yo lo valoré mucho. Hacía mucho que no me ponía así
de mal y hacia mas todavía que no tenía a nadie que hiciese todo eso por mí,
que se preocupase tanto.
Estas cosas que pueden parecer chorradas son las que más
valoro, que esté conmigo en los malos momentos es lo que más me hace amarle… por
eso gracias cariño, eres lo mejor de mi vida, te quiero por y para siempre
porque sin ti mi vida tendría un enorme agujero.
Y ahora, después de este tiempo, puedo tener la seguridad de
que vuelvo a tener ese “alguien que me cuide”. La sensación de saber que tienes
a alguien que te protege, que se preocupa por ti más que nada, que no te va a
abandonar nunca… es lo que me da fuerzas cada día, me encanta levantarme cada
mañana y ver nuestra relación madurar día a día y nuestro amor crecer segundo a
segundo. Te quiero peque.
jueves, 4 de octubre de 2012
DIVAGACIONES DE JUERNES
Hoy reconozco que estoy muy cansada… esta semana he empezado
las clases y va a ser un cuatrimestre muuuy duro. Los lunes y los miércoles tengo
clase de 15:00 a 21:00 sin parar y salgo de trabajar a las 14:30 así que me
olvido de comer nada que no sea un sándwich en el metro…
Aun así estoy contenta. Primero porque finalmente aprobé en
septiembre y en una asignatura hasta saqué un 10. Todavía no me lo creo… también
estoy contenta porque es el último año y creo que si me lo curro bien puedo sacármelo
todo en tiempo y forma y no tener que ir en septiembre. Con un poco de suerte
(y un mucho de esfuerzo) para junio ya tendré mi titulo de educadora social.
Y pensando en esto me he dado cuenta de todo lo que he
evolucionado, de cómo me ha cambiado la vida. Miro atrás y recuerdo a esa niña
descentrada y alocada a la que no le gustaba estudiar… y recuerdo algunas anécdotas
del colegio y el instituto que me hacen sonreír… o pensar en lo tonta que era.
Todavía soy en parte esa niña, no os creáis… he evolucionado
mucho desde entonces pero no he perdido mi inocencia, sigo siendo un poco
desorganizada y… no nos vamos a engañar, estudiar lo que es estudiar no me
gusta. Pero si lo que supone hacerlo. Las recompensas a mi esfuerzo.
Mucha gente ha pasado por mi vida, gente que me ha
influenciado y me han ayudado a ser quien soy hoy. Las experiencias no siempre
han sido buenas, pero de todo se aprende y hoy por fin se quién soy, que quiero
y hacia dónde voy.
Con esto no quiero decir que lo sepa todo y que no pueda
seguir evolucionando y aprendiendo, siempre hay que aprender. En mi carrera he
aprendido entre otras cosas que la educación es un proceso que dura toda la
vida y eso es lo que quiero seguir aprendiendo hasta el último de mis días.
Hoy recuerdo grandes profesores y profesores horribles. Hoy recuerdo
compañeros increíbles y otros increíblemente gilipollas. Yo no he tenido nunca
una alta autoestima, he de reconocerlo. Siempre me he infravalorado bastante y ha
habido ciertas personas que han colaborado a agravar eso. Pero ya no. Me gusta
como soy, me gusta quien soy y sé que valgo más de lo que yo misma he pensado
toda mi vida. No soy perfecta por supuesto, pero tengo afán de superación y soy
yo misma que es lo que vale. Y me gusta ese yo misma que he ido configurando a
lo largo de los años.
He tenido experiencias duras, algunas casi traumáticas. He sido
una niña feliz, también es cierto. No todo en mi vida ha sido blanco o negro, he
tenido muchas experiencias buenas y muchas malas.
Me he equivocado. Mucho. He hecho cosas de las que no estoy
orgullosa, cosas que me he hecho daño y que han hecho daño a las personas que
quiero. He cometido errores grandes. Pero no me arrepiento de nada. De todo se
aprende…
Cuando me preguntan ¿si volvieras atrás que cambiarias? Lo pienso
y no sé qué contestar. No cambiaría nada. Sí, hay cosas que me hubiese gustado
que no sucedieran nunca, personas a las que preferiría no haber conocido,
situaciones que me gustaría haberme ahorrado y acciones que no quisiera haber
cometido… pero todas esas experiencias han ido moldeando mi personalidad, mi
forma de ser y hoy soy quien soy gracias a haberlas vivido, así que ya que han
pasado… ¿para que cambiar algo que ya ha pasado? La herida ya fue abierta, pero
ya curó y solo ha quedado de ella una fea cicatriz. A veces la cicatriz duele,
me entristece recordar algunas cosas… pero ya no puede sangrar.
Pero como ya he dicho también he vivido cosas buenas… cosas
muy buenas. Actualmente vivo cosas muy buenas. Las cosas malas cada vez me
hieren menos. Cosas que hace años me habrían hundido hoy solo me hacen algún
rasguño. Ahora me tomo las cosas de otra manera, otra filosofía de vida que se
dice.
Ya no es tan fácil hacerme daño como lo era hace algunos
años. Soy más fuerte, o más sabia, o quizás las dos cosas. Pero ya no soy tan
vulnerable.
Además no estoy sola y eso es importante. Tengo grandes
amigos, amigos de verdad, de los que aunque nos veamos de pascuas a ramos
siempre estamos ahí, velando los unos por los otros. Sé que a veces soy un poco
desastre con vosotros, que a veces no os cuido como os merecéis… que con mi
vida y mis horarios se me olvida llamaros, contestaros los mensajes o se me
hace difícil quedar. Pero estoy aquí y os quiero, lo sabéis y yo sé que es
reciproco. Vosotros a veces os pasa lo mismo, y os cuesta mantener el contacto porque
tenemos vidas liadas… pero lo entiendo y comprendo. Y sé que me queréis y os
quiero. Y cuando después de un montón de meses vosotros o yo nos ponemos en
contacto y hablamos o quedamos… es como si no hubiese pasado el tiempo, como si
la última vez que nos hemos visto hubiese sido ayer. Gracias por ser vosotros
(ya sabéis quienes sois). Bueno no, se que no todos lo sabeis... se que hay alguno en concreto, que leerá esto y creera que no va con él, pero si, si va contigo tambien, porque aunque no se como me consideras tu yo te tengo cariño y te considero amigo, al menos de mi parte la amistad la tienes y te considero importante en mi vida.
Y por supuesto tengo a Nacho. La luz de mi vida, mi amor. Cuando
conocí a Nacho creo que fue cuando empecé realmente a descubrirme a mi misma y
que es lo que quería. Me acuerdo un día hablado con mi amigo Mike (tenemos que
quedaaaaaar) después de dejarlo con mi ex y yo le comentaba que aunque no sabía
que quería tenía claro que es lo que no quería en una pareja. El me dijo que si
sabía lo que no quería tendría que saber lo que quería… que sería lo contrario
y me preguntó ¿Qué quieres? Con dificultad le fui describiendo que quería en
una pareja, que era lo que me parecía fundamental en alguien para estar con él…
y al poco tiempo apareció Nacho (por cierto Mike… tú que me dijiste “ya, es
perfecto ahora… cuéntamelo dentro de 2 años… que sepas que te lo contaré en un
par de meses jajaja)
El caso es que apareció Nacho y era precisamente lo que quería,
lo que necesitaba en mi vida… y lo mejor, por primera vez he dado con alguien
que me quiere tal y como soy, que no intenta cambiarme, es más, que NO quiere
que cambie. Por fin puedo ser yo misma con mi pareja y eso hace que todo sea
fluido, fácil. Cuando Nacho y yo empezamos no nos conocíamos más de dos días de
fiesta. Por lo poco que habíamos hablado parecía que teníamos muchas cosas en común
y nos gustábamos… así que nos lanzamos a
la piscina y decidimos que queríamos conocernos sin estar con nadie más. Por esta
razón los primeros días de nuestra relación fue algo así como un interrogatorio
doble. Yo le preguntaba y el respondía y viceversa. Ninguno de los dos queríamos perder el tiempo
y ambos teníamos fantasmas del pasado que ahuyentar para que lo nuestro
funcionara. Creo que por esto nuestra confianza ha sido tan brutal desde el
principio… era más fácil preguntar y oír las respuestas que “esperar a ver como
surgen las cosas….” Entre nosotros nunca ha habido tabús, siempre hemos podido
hablar cualquier cosa y decirnos todo lo que sintiéramos. Lo bueno (lo que mas)
y lo menos (que, aunque poco algo hay). He tenido que pasar por muchas
relaciones absurdas (y digo absurdas porque no le encuentro el sentido a estar
con alguien al que quieres cambiar… si no te gusta como es ¿Qué coño haces con él?)
para darme cuenta de que lo que necesito no es un hombre tal o cual… sino que
me necesito a mí misma. Y si alguien quiere estar conmigo tendrá que convivir
conmigo misma. Necesito ser el ideal de mujer de mi pareja y no que mi pareja
intente moldear su mujer ideal sobre mí.
Y con Nacho no solo le tengo a él sino que me tengo a mí. Y a
parte de todo eso… el, tal y como es, es fantástico. Tiene sus cositas como yo
y como todos… pero no hay nada lo suficientemente importante como para hacerme
dejar de pensar que es perfecto para mí. Gracias mi vida… te quiero.
Está claro que hoy me he ido por las ramas un montón… he
divagado todo lo que he querido y más… ya ni siquiera recuerdo que os iba a contar
en un principio, pero me alegro. He sacado muchas cosas que tenia dentro y al
fin y al cabo, para eso comencé este blog ¿no?
Lamento si hay más faltas de ortografía de lo normal, pero
no pienso releer esta entrada hasta que la haya publicado, porque las cosas me
han salido así del fondo del alma y no quiero cambiar ni una coma.
Alguno perspicaz pensará… ¿amigos, Nacho? Se ha olvidado de
la familia… pero no, no me he olvidado porque hace tiempo que siento que a mi
familia no la tengo. Al menos no para todo. Esto sería una reflexión muy larga
que ni sé si me gustaría colgar en el blog, ni quiero pensar ahora mismo, pero
a día de hoy considero a mi familia Nacho que es con quien vivo y quien está
ahí. El resto son familiares… y están cuando les da la gana, para lo que les da
la gana y solo si les viene bien. (Aunque
rompo una lanza a favor de mi hermano, que aunque la última conversación que
hemos tenido haya sido una bronca y me tenga un poco mosqueada es el que más se
preocupa por mí. Manda narices que el enano de 18 años se preocupe mil veces más
por mí que mis padres… pero es lo que hay. Te quiero enano capullo).
Etiquetas:
BALANCES DE LA VIDA,
BUENOS MOMENTOS,
CARRERA,
CARTAS PARA NACHO,
DOLOR Y DECEPCIÓN,
FAMILIA,
GENTE QUE MERECE LA PENA,
RECUERDOS,
REFLEXIONES VARIAS
Suscribirse a:
Entradas (Atom)