Hacía mucho tiempo que no me daba por escribir, pero hoy reconozco que me siento bastante inspirada y sobre todo con muchas ganas de hacerlo y el único motivo eres tú. Me gusta escribir para expresarme, porque muchas veces al hablar no consigo sacar todo lo que llevo dentro ya sea porque no encuentro las palabras, porque me da vergüenza o, simplemente porque me lío y se me olvida lo que estoy diciendo. Contigo además me pasa otra cosa y es que cuando me da el momento romántico y me pongo a decirte todo lo que se me pasa por la cabeza suele ser cuando estás viendo la tele y claro, te molesto… y que conste que esto no es una crítica, es solo parte de cómo eres y me hace bastante gracia, así que he pensado que ya que esta noche voy a invitarte a cenar en plan romántico (o divertido, ya veremos cómo sale la noche…) pues te escribo una carta y así la lees todas las veces que quieras (por ejemplo cuando yo veo mis dibujos animados o embrujadas…)
No sé muy bien que decirte, la verdad es que no hay nada que no sepas ya, que te adoro, que me tienes loca, que los últimos 7 meses han sido la época más feliz de mi vida, que quiero estar contigo siempre y formar una familia, pues sé que eres el chico de mi vida (lo siento, no me sale llamarte hombre cariño…) y sobre todo que tengo claro que esto va a ser eterno porque algo tan perfecto y maravilloso no puede estar condenado a la extinción.
Sé que juntos alimentaremos esta relación día a día, con amor y dulzura. Que nos cuidaremos mutuamente y nos apoyaremos en cada momento difícil, que cada alegría será la más grande solo por el hecho de vivirla juntos, de saber que la compartimos con la persona adecuada.
Personalmente no he tenido mucha suerte en las relaciones hasta ahora pero no me arrepiento absolutamente de nada ya que cada paso en mi vida, cada golpe, cada decepción, cada alegría, cada sonrisa, cada llanto, cada mínimo instante han ido forjando mi camino, me han ido haciendo tal y como soy, completándome, dándome forma y además me han guiado para saber qué es lo que quiero… y después de todo, lo que quiero ha aparecido ante mí, tu. Eso no significa que mi búsqueda ni mi camino hayan concluido, solo que ahora se ha unido al tuyo para vivir juntos lo que nos queda por venir.
Muchas veces me da por recordar (lo sabes) como empezó todo… para mí hay cosas, detalles, tan especiales y están grabados a fuego en mi cabeza…
Me gusta recordar la noche en el Excalibur donde me diste calabazas… eso me hizo darme cuenta de que por algún motivo, nunca he sabido cual, tú me gustabas más de lo que deberías… apenas te conocía y casi me vuelvo completamente loca pensando en ti, maquinando un plan para conquistarte… el cual, por cierto, me salió de lujo.
Eso me lleva a otro momento que me encanta recordar, nuestra conversación por el MSN… siempre que la recuerdo me imagino tu carita frente al ordenador “¿te gustaría?” “¿en serio?” que seguro que es comparable a la sonrisa de oreja a oreja que debía tener yo en ese momento… y ya con tu llamada telefónica “¿en serio?” --- ¿tú eres tonto? Creo que en ese momento, en el momento de la conversación por teléfono debimos cambiarnos las caras… tu debías ser el de la sonrisa y yo… bueno creo que me puse roja como un tomate, menos mal que no podías verme.
Otro momento que recuerdo con mucho cariño es la noche anterior a vernos, cuando volviste de la fiesta y me llamaste y a mí se me caía la baba, Mauro y Yoly se reían de mí… todo un cuadro, pero un cuadro perfecto y maravilloso en el que dijiste cosas muy importantes para mí y otras que supe en ese momento que no hizo falta que dijeses… puede que no te lo creas cielo pero en ese momento te quería, no tanto como ahora, pero te aseguro que te quería ¿explicación? Aun trato de averiguarla…
Y por último, no quiero extenderme más con esto, el gran día, la URBE (súper heavy romántico ehhh corazón de metaaaaaal!!!!) cuando me acompañaste por el mini y tu pregunta fue “¿puedo darte un abrazo?” chico, ahí me desarmaste del todo… fue uno de los momentos más dulces de mi vida, de verdad, ese abrazo fue simplemente todo lo que necesitaba en la vida para ser feliz… y el beso de después… aun tiemblo al recordarlo. Esa misma noche en el excalibur me preguntaste si quería ser tu chica, como un niño y yo dije que sí. Hoy respondo PARA SIEMPRE, porque eso es lo único que quiero.
Pero lo mejor de nuestra relación no son los comienzos… por regla general primero estas en éxtasis y poco a poco la cosa va bajando, la relación se tranquiliza y llega la calma… pues bien, solo puedo decirte que a fecha de hoy no ha pasado un solo día sin que sea más feliz que el anterior. No ha pasado una sola noche sin que tenga más ilusión por verte que la anterior… no ha habido un solo segundo que no te quiera más que el anterior. Te amo.
Cada gesto tuyo me encanta, cada palabra, cada experiencia, cada pequeña cosa que vivo contigo. Cada día, alrededor de media hora antes de que vengas a casa me empiezo a poner súper nerviosa, la tripa me empieza a mariposear, el corazón me late más deprisa y me entran unos calores tremendos… igual que una quinceañera en su primera cita… puede que no te lo creas (aunque viendo como boto del sofá en cuanto oigo las llaves a lo mejor te lo imaginas) de verdad que todos los días una media hora antes de que vengas y hasta que entras me dan unos nervios horrorosos (a lo mejor ahora entiendes porque cuando dices que vienes a las 18:00 y apareces a las 19:30 me da tanta rabia) y es que estar 2 horas con nervios de niñatilla enamorada es un agobio y se pasa fatal… pero no me importa porque en cuanto llegas toda yo me convierto en una explosión de alegría, y aunque esté un poco mosqueada, triste, mala, tonta o lo que sea, a los 10 minutos de estar contigo en casa soy todo un hervidero de felicidad.
Otra cosa que me encanta de ti (pero que no se te suba ¿vale? Que todo en exceso es malo) son tus Nachadas… cada vez que voy a fregar y me encuentro el estropajo en el fondo comiendo mierda pienso: Nacho! Le voy a… y automáticamente, no sé porque… sonrío. Lo mismo me pasa cuando me tiras la ropa del día siguiente, cuando te olvidas de algo, o cuando me cambias el canal de la tele, cuando rompes algo (no sabes con que buen humor me fui el día que encontré medio cenicero encima de la mesa)… me pica pero me hace quererte aun mas.
Eso no significa que todo me gusta, sabes que a veces hay cosas que me molestan, pero hasta ahora solo cuando ha sido algo que me ha hecho dudar y es que de verdad me aterroriza pensar en perderte…
Pero todo lo que pueda no gustarme se compensa cuando nos tumbamos abrazaditos, cuando te siento a mi lado cada noche, cuando me haces reír tanto que me duele la tripa, cuando te veo disfrutar de mis cenas, cuando me besas, me abrazas, me acaricias, me tocas o simplemente estas a mi lado. Es muy difícil expresar un sentimiento tan grande en palabras, ni siquiera escribiendo, que es lo que mejor se me dá, puedo decirte claramente todo lo que te amo. Piensa en todo el cariño, la dulzura y el amor con el que está escrita esta carta, multiplícalo por mil, súmale 10 millones y vuelve a multiplicarlo por infinito y conseguirás saber una milésima parte de lo que siento por ti.
Cariño, te quiero.
Súper Tania.
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