UNA TARDE MÁGICA

Hoy necesito escribir sobre la tarde del viernes… la maravillosa tarde del viernes… pero para que lo entendáis antes tengo que poneros en antecedentes y daros la gran noticia: ¡mi madre se casa!

Pero no es solo que se case, es que se casa con Carlos, un hombre maravilloso con el que es muy feliz y por eso que yo doy saltos de alegría con la inminente unión.

Para comprender mejor la historia de amor tengo que comentar que mi madre, Carlos y yo trabajamos en la misma empresa… mi madre es la directora superjefaza y Carlos es mi jefe directo… aun así y a pesar de que no siempre nos llevamos bien en el trabajo como es lógico, en nuestra vida personal nos llevamos estupendamente y yo quiero muchísimo a Carlos, primero porque hace feliz a mi madre y ha conseguido que sus ojos vuelvan a brillar, segundo porque sé que se adoran mutuamente y siento como el bebe los vientos por ella y tercero porque también se que a mí me tiene mucho cariño, tanto como yo a él.

Es por eso que llevaba ya un tiempo queriendo hacerles un regalo de compromiso, pero claro, es la boda de mi madre, no me valía cualquier regalo, quería un súper regalo, algo que pudiesen llevar en la boda si querían (sin obligación por supuesto que para eso es su día) quería algo muy especial… y claro, no tenía un duro para ello.

En esto se juntó que ellos querían casarse en Nueva York, ya lo tenían todo planeado… pero después de darle un montón de vueltas decidieron que era demasiado caro irnos los 3 a U.S.A. y posiblemente alguien más y decidieron casarse en Madrid y ya si acaso irse de luna de miel a Nueva York.

Sé que mi madre estaba un poco bajita de ánimos por eso ya que les hacía mucha ilusión lo de casarse en Nueva York, además de un montón de agobios que tenía en la cabeza por mil cosas más… así que el viernes cuando salí del trabajo y aprovechando un dinero que no esperaba de la declaración de la renta pues me fui a una joyería a ver si encontraba algo especial para ellos…

Y lo encontré. A mi madre le regalé una pulsera muy fina y bonita de oro blanco mate y oro blanco brillo y a él unos gemelos cuadrados en oro blanco brillo con una cenefa como griega en mate… me enamoré cuando vi ambas cosas y supe que eso era lo que estaba buscando para ellos, algo que pudiesen llevar en la boda… y que además les iba de perlas con las alianzas…

Aun así estaba atacada ¿les gustará? ¿Y si no les gusta? ¿Y si a Carlos no le gusta llevar gemelos? Bueno os podéis imaginar… era todo un manojo de nervios, tanto que me empezó a doler la tripa… así que pensé que no podía esperar más a darles los regalos o me pondría mala y no podría dormir… (Así soy yo… XD)

Así que aproveché dos excusas perfectas y llamé a mi madre para saber si iba a estar en casa ya que había quedado con una amiga muy cerca y así le llevaba una cosa que tenía suya desde hace tiempo y que siempre se me olvidaba en casa… así que volví a casa dispuesta a vestirme para luego salir (lo de que había quedado era cierto) pero me di cuenta de que estaba cansada y no me apetecía nada de nada irme de fiesta… así que avisé a mi amiga de que no iba y mientras hacía tiempo vi un rato la tele… cada vez con más nervios hasta que fueron las 21:00 (le había dicho a las 21:30…) que cogí las cosas y yo y mis mariposas en la tripa fuimos a casa de mi madre.

En cuanto entré le di lo que le había dicho que le llevaría y le pedí que se sentara… la pobre se puso blanca (estuve a punto de decir, tranquilos que no, no estoy embarazada… luego me confesaron que efectivamente fue su primer pensamiento, si les conoceré yo…)

Busque en mi bolso, saqué los regalos ¡felicidades! (cara de póker)… ¡POR LA BODA! (más cara de póker…) hasta que abrieron los regalos y la verdad es que les encantaron. Empezaron con eso de te has p0asado (que para nada, se lo merecen todo y mas) les parecieron súper bonitos, resulta que a Carlos le encantan los gemelos y llevar camisas para gemelos y le hizo una ilusión tremenda, se lanzó a darme un abrazote y mi madre también… dijeron que lo estrenarían en la boda, que les pegaban con las alianzas (es que lo había hecho a propósito… XD) y al final mi madre se puso a llorar diciendo, “Jo Tania, que me he puesto el pelo negro de mala, no puedes hacerme llorar…”

Al final cuando se les pasó un poquito la emoción de los regalos y les dije que podía quedarme con ellos sacamos un vinito, y empezamos a hablar de todo un poco, sobre todo de la boda, de los invitados, de cómo querían hacerlo, de la fiesta…

Fue una tarde maravillosa, me di cuenta que desde navidades que habían decidido casarse todavía no habíamos tenido tiempo de celebrarlo, no nos habíamos juntado ni un ratito a hablar del tema los tres, no habíamos brindado por ello… y me sentí muy bien haciéndolo esa tarde con ellos, una velada distendida en la que no había estrés, ni trabajo, ni crisis, ni penas… solo había amor, el amor de una pareja que se quiere y está  a punto de casarse, el amor de una hija a su madre y su chico y viceversa…

Y había risas, muchísimas, nos reímos un montón con el tema de que habían pensado que estaba embarazada… nos reímos cada vez que algo de la boda no estaba claro y Carlos decía “nos veo en el retiro de pastelitos haciéndonos fotos” y mi madre gritaba “¡no, que no me caso eh!” Pensamos en la lista de invitados… y mientras yo me pille un pedito con el vino de lo más gracioso…

No fue nada del otro mundo, no fue una macro fiesta ni un súper concierto… fue una tarde en el salón con mi madre y Carlos… una de las tardes mas especiales de mi vida…

Para que alucineis os dejo la foto de las alianzas que han escogido, son preciosas!

y para que alucineis aun más, os dejo la foto de con lo que Carlos le pidio en matrimonio a mi madre... nada de anillos de diamantes, con estilo...

y si, son unos MANOLO BLAHNIK